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Aunque el año termina con una mejora gradual en algunos indicadores, para el año 2025 se vislumbra un panorama económico con retos y oportunidades significativos como la pérdida de impulso en el comercio exterior y posibles afectaciones de políticas económicas del nuevo gobierno en Estados Unidos, incluyendo aranceles a productos de América Latina. Esto podría impactar el comercio, la producción y la inversión. Se espera que las tasas de interés no bajen rápidamente, lo que podría mantener la inflación alta. Según los expertos, aunque 2025 será un año de incertidumbre, se espera un crecimiento moderado en la región.
La CEPAL y el Fondo Monetario Internacional proyectan un crecimiento moderado de la economía colombiana para 2025 del 2,5%, en línea con el promedio de la región. Aunque las perspectivas son más optimistas que en el año anterior, persisten riesgos asociados a factores como la incertidumbre política, el impacto de los fenómenos climáticos extremos y las condiciones como el comportamiento de los mercados internacionales y las políticas de las principales economías.
La inflación, aunque ha mostrado una tendencia a la baja, sigue siendo un tema central. Al cierre de 2024, la tasa de inflación se redujo al 5,2%, pero aún se encuentra por encima de la meta del Banco de la República, establecida en 3%. Para el presente año, se proyecta que la inflación podría ubicarse entre el 4% y 4,5%, lo que implica mantener una política monetaria restrictiva en el corto plazo, aunque con expectativas de una posible flexibilización hacia finales del año si las condiciones lo permiten.
En cuanto al desempleo, se espera reducción a un dígito, lo que impactará positivamente los indicadores sociales y de productividad.
El comportamiento del peso colombiano continuará influenciado por las decisiones de política monetaria de Estados Unidos. En este sentido, las acciones de la Reserva Federal en cuanto a tasas de interés y la fortaleza del dólar, serán determinantes. Se espera que la moneda local se mantenga en un rango de volatilidad moderada, aunque presiones externas podrían generar episodios de devaluación si los precios de las materias primas, especialmente el petróleo, no logran estabilizarse o si se intensifican los riesgos geopolíticos.
El inicio del año 2025 ha estado marcado por varios eventos significativos del gobierno actual, que hacen que se deba hacer un seguimiento riguroso a varios temas, entre otros:
Los analistas esperan que el presupuesto general de la Nación se ajuste para garantizar el cumplimiento de las metas de la regla fiscal.
Para el año 2025, se anticipa que el sector azucarero colombiano experimente un crecimiento en su producción, alcanzando aproximadamente 2,2 millones de toneladas. Este incremento se atribuye a condiciones climáticas favorables que han beneficiado los cultivos de caña de azúcar en el país. A nivel internacional, se prevé que las condiciones climáticas adversas en países productores clave, como India y Tailandia, reduzcan la oferta global de azúcar. Aunque Brasil ha alcanzado niveles récord de producción y exportación, se espera que los precios internacionales se mantengan por cercanos a los 20 centavos por libra debido a la demanda sostenida. Sin embargo, es importante considerar que otros factores, como la competencia de edulcorantes artificiales y las fluctuaciones en la demanda global, también influirán en la dinámica de precios.
En aceite de palma, se estima una recuperación en la producción de aceite de palma en Colombia. Tras una disminución del 6,6% en 2024, atribuida principalmente a condiciones climáticas adversas como el Fenómeno de El Niño y sequías en zonas palmeras, se espera que la producción alcance 1.78 millones de toneladas en 2025, lo que representaría un incremento del 3,6% respecto al año anterior.
En el ámbito global, se proyecta que los precios del aceite de palma crudo (CPO) estén cercanos a los USD$1.000 por tonelada métrica, la variación del precio estará influenciada por la mayor demanda de biodiésel en Indonesia, que planea elevar su mezcla al 40% en 2025, lo que podría reducir la disponibilidad de exportaciones y beneficiar a otros productores como Malasia. Por otro lado, factores como la competencia de aceites vegetales más económicos, como el aceite de soya de América del Sur, podrían limitar el alza de los precios. Además, desafíos como condiciones climáticas adversas y escasez de mano de obra en países productores podrían influir en la producción y disponibilidad del aceite de palma a nivel mundial.
El 2025 presenta un entorno que demanda una agenda de reactivación económica sostenida. Desde el sector productivo, es crucial fomentar alianzas estratégicas con los nuevos gobiernos locales, generando confianza y fortaleciendo el relacionamiento con las comunidades. El compromiso con la empleabilidad, la implementación de buenas prácticas y la promoción de compras locales seguirán siendo pilares fundamentales para consolidar un crecimiento económico y social inclusivo
Como Grupo Agroindustrial, reafirmamos nuestro compromiso de monitorear de cerca los cambios en el entorno económico y de adoptar medidas que nos permitan mitigar riesgos y capitalizar oportunidades, asegurando un impacto positivo en la sociedad contribuyendo al desarrollo sostenible del país.
Riopaila Castilla continuará consolidando los proyectos y planes de acción orientados a la eficiencia operacional y administrativa. Implementaremos innovaciones en todos sus procesos, lo que nos permitirá mantener una recuperación sostenida, evidenciada en nuestros resultados, la gestión de la deuda y el compromiso con todos los grupos de interés.
